miércoles, 4 de febrero de 2015

Cuando ser radical empieza a ser la única opción prudente y razonable


Tras cuatro años de políticas sanitarias devastadoras en Madrid, la Consejería de Salud nos regala con una campaña de “información” sobre las bondades de lo que queda después de haber pasado el huracán provocado por ellos mismos.

Es decir: con el dinero de todos, el gobierno de Madrid se hace autobombo, y de paso le ahorra un dinero al Partido Popular para la campaña electoral en marcha.

Debería dar vergüenza hacerlo; particularmente a los políticos populares de Madrid, que con las Gurtel, Púnica, y otras ayudas financieras, ha jugado siempre sucio y con ventaja en esto de la propaganda política (por no hablar de la presunta compra de diputados).
Pero no son ellos los únicos pecadores, aunque sí los que me pillan más cerca, y también posiblemente los más conspicuos y contumaces.

La tendencia a usar la “información” a los ciudadanos como propaganda política es parte del paisaje a todo lo ancho y largo de la piel de toro. Se supone que este dinero que se gasta es para que los ciudadanos se enteren de lo que acontece en la vida social. Incluso si nos venimos arriba, cabe decir que se trata de cumplir con la obligación de rendir cuentas y ser transparentes…

¿No era esta la función de los medios de comunicación?; pero, para mayor perversión, resulta que los medios reciben dinero por publicar los panfletos y soflamas publicitarias (que les salvan de la ruina), a la vez que los periodistas mendigan declaraciones y respuesta a sus inquietudes y dudas en ruedas de prensa sin preguntas o con entrevistados en pantalla de plasma.

Como no nos sabemos controlar, y esto de la información institucional parece que acaba siendo un vehículo de propaganda y control político de los medios, parece que lo más prudente y razonable es plantear un nuevo esquema:

QUE LOS GOBIERNOS INFORMEN EN SUS BOLETINES Y PÁGINAS WEB
Y de ahí tanto ciudadanos como periodistas acceden a lo que los gobiernos e instituciones quieran contar.
Y NI UN SOLO EURO A PUBLICIDAD Y PROPAGANDA INSTITUCIONAL
Y que lo dediquen a otras necesidades sociales de mayor impacto; incluso una parte puede ir a fomentar el periodismo profesional e independiente en las aulas de las facultades y en instituciones académicas y científicas de comunicación.

Creo que en este caso, ser radicales es lo más sensato y prudente, precisamente para detener la insensatez y actuación temeraria de unos gobiernos y unos medios que han mostrado su incapacidad para auto-controlarse.

Lo mismo ando pensando en otros muchos temas… ¿reformar el Senado?... ¿o lo más prudente y sensato es simplemente extinguirlo como dinosaurio obsoleto que ha mostrado su inconmensurable levedad y su carísima inutilidad…


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