martes, 21 de octubre de 2014

Micro-Gestión de Unidades Clínicas como alternativa organizativa de la medicina moderna



He querido reproducir una parte de la entrevista sobre Gestión Clínica, publicada en la revista Médicos y Pacientes al hilo de un curso que se está desarrollando en Castilla y León...


La micro-gestión es la esencia de la medicina moderna


¿Qué aporta la gestión clínica a la sostenibilidad del SNS?

Tres cosas: Primero... racionalizar las decisiones clínicas, buscando más "ganancia de salud" por cada "recurso o euro" invertido en sanidad; se trata de evitar acciones inefectivas, inseguras, innecesarias, inútiles, inclementes o insensatas; y este esfuerzo reinvertirlo en otras acciones de mayor impacto en salud.
Segundo... integrar las acciones de todos los servicios y profesionales en aquellos procesos bien definidos que se puedan gestionar con instrumentos de estandarización (el llamado trabajo en base a procesos); esta forma de trabajo es mucho más eficiente pues permite reducir la variabilidad inapropiada, aumentar la seguridad, facilitar la delegación y habilitar la automatización.
Y tercero... rediseñar la organización clínica para reducir la fricción de los servicios de especialidad, y de la micro-gestión con la meso-gestión (bata y corbata); cuando el punto de gravedad cambia hacia una micro-gestión responsable, las organizaciones profesionales son más innovadoras y efectivas y se reducen los costes de transacción y organización.

Este nuevo proceso de organización a través de la gestión clínica, ¿es más un cambio de cultura profesional o un aprendizaje determinado?

Excelente pregunta: es un aprendizaje para responder a retos inmediatos, pero también desbrozamos una senda por donde deberemos transitar para buscar un futuro sostenible para los sistemas sanitarios y para la propia medicina moderna.

Hay que tener en cuenta que en realidad estamos manejando una crisis profunda de la medicina; una crisis de crecimiento; no sabemos bien cómo manejar la actual expansión geométrica del saber y la técnica; la respuesta de hiper-especializarse ayuda a manejar esta expansión, pero fragmenta la asistencia y obliga a buscar organizaciones mucho mejor diseñadas para la afrontar la complejidad. 

Esto hace que reviente por las costuras el marco administrativo y burocrático; e incluso fuerza a cambiar la visión escindida de las profesiones clásicas, definidas por funciones estables y estancas.

¿Están preparados los médicos españoles para afrontar la gestión clínica?

Yo creo que sí; los médicos son autónomos y responsables en la parte más difícil de la gestión clínica: la decisión asistencial ante sus pacientes. Toca ensanchar la visión hacia aspectos de organización, trabajo en equipo, trabajo por procesos y consideración de los costes. Y aquí los elementos formativos de epidemiología clínica, calidad, bioética, seguridad, funciones directivas, economía de la salud, evaluación, salud pública, sociología de la salud, etc... pueden aportar elementos muy valiosos para mejorar el trabajo clínico, y para ir preparando el necesario cambio de paradigma que nos depara el futuro inmediato.

En CyL ya hay experiencias de Unidades de Gestión Clínica ¿Cómo valora su funcionamiento?

Creo que han existido dos experiencias, pero no las conozco en detalle. Me parece fundamental evaluar las experiencias organizativas, pero lógicamente requiere algo más de tiempo y un tamaño crítico suficiente.

Pero personalmente no me cabe la menor duda de que este es el camino de futuro. Voy a decirlo al revés: no hay camino por la senda de los hospitales fragmentados en especialidades verticales y subespecialidades ocultas y anidadas; o en redes sanitarias compartimentadas por niveles (hospital terciario, general y atención primaria) y sectores (sanitario, socio-sanitario). Tampoco hay futuro si las Áreas de Gestión Clínica se conciben como singularidades que habitan los Hospitales Generales en grupos de especialidades de alta tecnología, pues la experiencia española nos indican que acaban enquistándose y separándose del curso general del trabajo asistencial.

Aunque en la actualidad mi visión no es la mayoritaria, creo que en un futuro será el conjunto del hospital (o del centro de salud) el que migrará a configuraciones de gestión clínica basadas en nuevos modelos de gestión por Áreas que integran al conjunto de las especialidades. Como ocurre en otros países europeos. La micro-gestión es la esencia de la medicina moderna. La meso-gestión es su soporte, pero no sirve para articular los procesos asistenciales ni para ordenar las amplias inter-dependencias clínicas.

Hace más de un año, el MSSSI asumió con el Foro de la Profesión Médica  el compromiso de la gestión clínica. ¿Confían en que se desarrolle pronto un marco normativo teniendo en cuanta lo lentos que son los cambios en sanidad?

No tengo información directa; si especuláramos con los datos que hoy tenemos la probabilidad mayor es que no salga ninguna normativa específica de gestión clínica para toda España. No obstante, con los marcos competenciales que hoy existen (Constitución, Estatutos de autonomía, Leyes...) es muy difícil que los modelos de organización y funcionamiento de los servicios asistenciales puedan ser objeto de una regulación por la Administración General del Estado.

Otra cosa sería cambiar los marcos normativos que regulan el personal (Estatuto Marco), o las iniciativas de puesta en marcha de instituciones y servicios comunes para apoyar la gestión clínica: imagínese que el Ministerio de Sanidad pusiera en marcha un HISPA-NICE (una gran agencia de gestión del conocimiento para el SNS); sería fundamental y con gran impacto; pero... casi no requeriría normativa, sino acción de reforma institucional y desarrollo de una cartera de servicios amplia para compilar la evidencia, evaluar intervenciones, estructurar guías de práctica clínica, etc...


domingo, 12 de octubre de 2014

LO DECÍAMOS EN EL LIBRO BLANCO DE LA SANIDAD DE MADRID-2010... Prepararse para las crisis sanitarias...

Hace cuatro años, cuando publicamos el Libro Blanco de la Sanidad de Madrid coordinado por José Manuel Freire, era imperiosa la necesidad de reconstruir la Salud Pública, y preparar al SERMAS para una crisis sanitaria. Siempre he odiado cuando mi madre de niño me decía... ¡YA TE LO DIJE!... pero es que en este caso no se puede evitar gritar un ¡¡¡YA SE LO DIJIMOS!!! 

Para los que tienen la memoria flojita, paso este enlace y trascribo un apartado... 

http://librosanidadmadrid.es/index.html%3Fp=184.html  

2.1.6. Alertas y alarmas sanitarias

La visibilidad de la salud pública para los ciudadanos y también para los gobernantes se da fundamentalmente cuando surgen problemas de alertas sanitarias que adquieren determinada magnitud, en muchos casos solo mediática y se convierten en crisis. Lo que no quiere decir que sean realmente un problema de salud pública pero han pasado a ser un problema.

El manejo de las mismas es siempre complicado y los políticos ante el temor a equivocarse se lanzan a adoptar medidas de todo tipo en muchos casos sin justificación científica y que pueden ser aprovechadas políticamente, industrialmente y corporativamente. Muchos ejemplo se pueden poner de todo esto, la gripe A el más reciente, unos años antes la gripe aviar, vacas locas, meningitis, etc.

Estas crisis pueden ser de ámbito regional pero si ello es así, suelen ser de menor entidad salvo excepciones normalmente vinculadas a las aguas de bebida, contaminación ambiental local o alguna patología infecciosa tipo meningitis o legionella.

En la actualidad las crisis sanitarias tienen un alcance muy global, afectando a muchos países, continentes o incluso el planeta entero, todo ello facilitado por las comunicaciones, la economía globalizada, el turismo, etc. que hacen que las crisis que antes eran locales ahora se extiendan rápidamente más allá de esos límites locales.

La importancia sanitaria, política y mediática que adquieren las crisis ha llevado a que se vaya articulando en casi todas las administraciones, pero sobre todo en las autonómicas responsables de la salud pública por haber sido transferida su competencia, unidades y servicios para el manejo de esta crisis, protocolos de actividades, personal de guardia, etc.

Aun cuando es imprescindible que la Administración General del Estado articule las medidas de coordinación y control de crisis sanitarias para todo el Estado y la Ley de Salud Pública estatal puede ser una buena oportunidad para hacerlo, una comunidad autónoma como la Comunidad de Madrid también ha de establecer los mecanismos y las reglas de abordaje de crisis de salud pública en su territorio.

En la futura Ley de Salud Pública de la Comunidad de Madrid se dedicará un capítulo de la misma a la ordenación de actuaciones a nivel normativo y estructural sobre este tema.

Por último señalar que la utilización de las crisis políticamente ha sido casi una constante en los últimos tiempos; hay que buscar el compromiso para que esto no sea así en el futuro y trabajar en niveles no mediáticos con todos los responsables del abordaje de crisis más allá de la necesidad de control de malas actuaciones que se puedan producir. La propuesta efectuada en otro punto de este documento de que la Autoridad Sanitaria responsable de Salud Pública sea un profesional cualificado nombrado por la Asamblea de Madrid puede ayudar mucho a este planteamiento de no politizar problemas de salud pública que alarman a los ciudadanos.

sábado, 11 de octubre de 2014

¡Increíble pero cierto!: Javier Rodríguez ha superado a Javier Fernández Lasquetty creando alarma social y enfado sanitario.

 
En el singular concurso abierto en la Comunidad de Madrid desde hace ya muchos años para conseguir el despropósito sanitario más grande, Esperanza Aguirre y su epígono Ignacio González han fichado excelentes ejemplares, que han intentado por todos los medios superar lo imaginable.

Manuel Lamela (2003-2007) decidió pasar al imaginario colectivo como el martillo de los médicos genocidas del Hospital Severo Ochoa, y de paso introducirle el miedo en el cuerpo a todos los médicos de España que intentaran aliviar el dolor de los pacientes terminales. El desaguisado fue de muy alto nivel, aunque ningún tribunal validó su purga inquisitorial: obligó a que la Organización Médica Colegial y la SECPAL hicieran un documento (Guía de la Sedación Paliativa: https://www.cgcom.es/sites/default/files/guia_sedaccion_paliativa.pdf ) , para restaurar la normalidad alterada, que en justicia debería haberle incluido un prólogo dedicado a la gran cagada del político sanitario madrileño. Que yo sepa no ha pedido excusas.   

Juan José Güemes (2007-2010),  joven y atractivo economista, estuvo más entretenido con obras hospitalarias y externalizaciones; no alcanzó un perfil muy alto en la contienda por despropósitos, o al menos no en el escenario público, aunque parece que su relación con el mundo empresarial llevó a entablar muchas relaciones con amistades peligrosas, de esas que engrasan luego las puertas giratorias. Al parecer la Sra Aguirre se enfadó con él por tontear co Rajoy y Rato, y no ser tan devoto a su persona como suele esperar y exigir a sus colaboradores. Que yo sepa, no explicó porqué dejo el cargo, justo antes de que la crisis económica se hiciera evidente en la sanidad.

Javier Fernández Lasquetty (2010-2013) viene al sector en tiempos de vacas flacas: es un producto de laboratorio, crecido in-vitro desde el barrio de Salamanca, atravesando las nuevas generaciones del PP Y FAES para aterrizar impoluto en la sanidad madrileña. Este sí que la lió parda desde octubre de 2012 con un llamado "Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid", que ponía patas arriba al Servicio Madrileño de Salud, subastando al sector privado seis hospitales e instaurando la primacía de la provisión privada y la externalización como nueva política sanitaria (nunca validada en programa electoral alguno). 

Al lío que montó se le dio el nombre de MAREA BLANCA, y precipitó otras mareas de colores variados en diversos sectores, e incluso saltó a otras Comunidades Autónomas y puso de los nervios a otros Consejeros que andaban aplicados en recortar gastos y no querían ruidos. Claro, que Javier Lasquetty contó con la ayuda inestimable de un Director General de Hospitales, Antonio Burgueño, que asesoró con gran creatividad e imaginación desbordante, la realización de medidas tan esperpénticas como hacer del Hospital de la Princesa un geriátrico de Alta Especialización, o la de cerrar el Hospital Carlos III como hospital de agudos para también ancianizarlo ... (¡uy!... decisión de efectos retardados).

Los tribunales, en el último minuto, descomponen toda la fiesta de privatización hospitalaria de Madrid, lo que implicó mandar a casa a grupos empresariales caribeños que habían sembrado de declaraciones pintorescas esta aburrida meseta española.

La desmesura lleva a Ignacio González (desde 2012 presi de Madrid por escapada de Esperanza Aguirre) a buscar un perfil más apacible para que tranquilice el sector, pues se vienen en 2015 unas elecciones muy reñidas, y con tanto recorte las cosas van regular tirando a mal.  Y aquí es donde aparece el pacificador Rodríguez...   

Javier Rodríguez Rodríguez asume desde el 28 enero 2014 la dirección de la sanidad de Madrid. El veterano y cuasi-eterno médico-político del PP que ha chupado banquillo durante todas las legislaturas que alcanza la memoria a recordar, tenía por fin su momento de gloria. E Ignacio se lo puso facilón... nada de tocar los cataplines con más privatizaciones; permitir dar un respiro a eventuales e interinos, y no seguir pidiendo reducciones extraordinarias en el presupuesto (sólo las ordinarias).

Era todo un reto ganar el concurso de despropósitos en estas condiciones. Se necesitaba algún evento externo que ayudara un poco. Y vino de fuera el Ebola (bueno, más bien lo trajo Rajoy con una decisión de repatriación que contrastó poco-nada las condiciones reales de la atención sanitaria y salud pública en Madrid). Pero incluso con el Ébola, había que competir con muchos otros que también querían aprovechar la situación para despacharse a gusto y hacer el burro.

Pero sólo un gran maestro se crece con las dificultades: en sólo dos días de declaraciones ha conseguido superar de tal manera a todos los Consejeros anteriores que su dimisión ha sido reivindicada en todo el arco parlamentario y mediático. A la alarma social y el enfado de los sanitarios, Javier ha añadido una particular supuración de prepotencia, una bilis de desprecio clasista casposo y trasnochado, una falta de caridad y compasión con la víctima, y una falta de respeto a toda las sociedad, con esa chulería con la que nos informó urbi et orbi que él tenía su vida resuelta, y que nos estaba haciendo un favor llevando la pesada carga de la sanidad de Madrid...

En cinco palabras: in-su-pe-ra-ble... lo que otros tardaron años, él lo ha conseguido en apenas tres días. Sin que aun se haya reunido el jurado, el premio del despropósito sanitario va a ser para él seguro. Y otros premios nada bonitos que podrían serle concedidos, y por los que permanecerá en el imaginario colectivo.

¿No tendrá a mano el PP de Madrid alguna persona tirando a normalita que nos ayude a llegar indemnes hasta las próximas elecciones autonómicas?... luego ya (eso espero) creo que no hará falta que se preocupen del asunto.






jueves, 9 de octubre de 2014

Rindamos un homenaje público a las AUXILIARES DE ENFERMERÍA Y LOS CELADORES


AUXILIARES DE ENFERMERÍA Y CELADORES

Ellas y ellos están ahí. Al lado de nuestros padres y madres hospitalizados. Les tocan con sus manos apenas enguantadas, cuando todos los demás ponen barreras y distancias con instrumentos y tecnologías. Les limpian con cariño y cordialidad cuando la bata y la sábana se han convertido en un pequeño gran desastre porque la caca ha desbordado el pañal. Humanidad, hasta límites inconcebibles.

Mi padre falleció hace poco; bueno, no tan poco, pero me sigue pareciendo ayer. Cómo he agradecido el trabajo de auxiliares y celatas. También de médicos y enfermeras, claro; todos fueron muy competentes y amables. Pero médicos y enfermeras tienen su propio brillo y reconocimiento profesional, y parece que la gran estima social les significa a ellos más que a otros.  Por eso quiero ahora cambiar el foco a celadores y auxiliares de enfermería. Gracias por cómo tratasteis a mi padre. No importa en qué hospital fue. Sois buena gente, muy buena gente. Ganando una miseria... el nuevo nombre de las auxiliares... TECAEs me contaban la broma... TECAEs patrás cuando ves la nómina .

Y manteniendo el buen humor entre pañales, comidas, cuñas, levantar, sentar acostar, horas de guardias, risas, bostezos, prisas, agobios, agua, más pañales, botellas, duchas,... y los malos modos de algunos mequetrefes que siempre los hay...  

Y luego el adiós a los pacientes que se van de alta; a veces auxiliares y celadores están radiantes de alegría porque hay auténtico aprecio y amistad, y los enfermos se recuperan y se van para seguir su vida... otras veces la pena de ver que no va bien, que decaen, que se vuelven más frágiles, que acaban yéndose... Una pena inconmensurable cuando son niños y jóvenes cuya vida se trunca tan inexplicablemente pronto.

Al observar a esta gente, normal, sencilla, pero muy profesional, dan ganas de traer de la oreja a los canallas de las tarjetas negras de Bankia, a los que se ponen sueldos desorbitados porque se creen mejores que otros, a los que engañan y estafan sin conciencia ni vergüenza.  

Por eso me ha escandalizado hasta un límite inconcebible el insulto a Teresa. La auxiliar de enfermería que arriesgó su salud y su vida cuidando a un paciente de Ébola en el Hospital Carlos III de Madrid. Seguro que ella hubiera querido asearle, limpiarle, cuidarle, e incluso tocarle... pero tuvo que entrar con una extraña escafandra, y estaba tan malito ya... , y por atenderle acabó nadie sabe aún cómo, contagiada ella misma de esta tremenda enfermedad.

Ninguna persona de buena fe puede echarle en cara nada; todo lo contrario. Ella ha arriesgado todo lo que tiene, toda su vida, para ayudar a otros; de forma discreta, sencilla, cordial, próxima... ¿Qué mierda de reproches puede hacerle un Consejero de Sanidad que debería ser el primero en agradecer su servicio y honrar su trabajo?

Mundo ingrato y desalmado; el poder emborracha a estos líderes que primero quisieron malvender la sanidad pública, luego la han erosionado con recortes irresponsables, y finalmente quieren culpabilizar a los trabajadores que la mantienen funcionando cada mañana. Pero no debemos dejar que lo hagan. No lo consentiremos.

Aquí contamos todos; cada persona es un ciudadano; cada trabajador es igual de digno y necesario que otro; la auténtica casta es la de de los que se creen más o mejor que otros. La sanidad pública es para servir a los demás, no para servirse de ella. ¿No habrá un puñado de líderes dignos en el Partido Popular que alcen sus voces para enderezar este desaguisado?

Mientras tanto toca que nos cuidemos unos a otros, y todos juntos cuidar a nuestra sanidad pública. Y por eso, hoy quiero rendir mi tributo de admiración a Teresa, a los celatas y auxiliares, a la gente de la limpieza, a los que son invisibles para los jefes y los popes, pero no para los pacientes y sus familias. Gracias a todos, gente buena, gente valiente, gente del pueblo. 

Enlacemos todos por un momento las manos para pedir que Teresa salga adelante...





Acabo de firmar la petición "Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: Ruego se conceda la Cruz de la Orden Civil de Sanidad a Teresa Romero Ramos, auxiliar de enfermería contagiada por el virus Ébola durante su actividad asistencial." en Change.org.

http://www.change.org/p/ministerio-de-sanidad-servicios-sociales-e-igualdad-ruego-se-conceda-la-cruz-de-la-orden-civil-de-sanidad-a-teresa-romero-ramos-auxiliar-de-enfermería-contagiada-por-el-virus-ébola-durante-su-actividad-asistencial?recruiter=29871607&utm_campaign=signature_receipt&utm_medium=email&utm_source=share_petition

La Cruz de Epidemias se estableció por Real Orden de 15 de agosto de 1838, y la Orden Civil de la Beneficencia se creó por Real Decreto de 17 de mayo de 1856, ambas distinciones honoríficas se fundieron por Real Decreto del Ministerio de la Gobernación de 29 de julio de 1910 quedándose con el nombre de Orden Civil de la Beneficencia. Su finalidad era premiar los servicios y méritos relevantes de carácter sanitario, o prestados con motivo de la asistencia a luchas sanitarias o epidemias. La Orden Civil de Sanidad sustituye a dicha condecoración desde 1983.


lunes, 6 de octubre de 2014

Ebola en España... lo que no podía ocurrir, porque todo estaba controlado...

Maldita sea...

Mala suerte la de la enfermera que se contagió del segundo caso importado (Manuel García Viejo) al prestarle asistencia en el Hospital Carlos III.

Pero algo más que mala suerte...

Primero, la decisión de traerlos. El principio de precaución aconsejaba otra cosa...
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/08/08/actualidad/1407509282_008227.html
http://repunomada.blogspot.com.es/2014/08/dilemas-en-torno-al-ebola-y-la.html

Segundo, la falta de preparación práctica (no teórica); improvisación y efectismo; en el gobierno de España, y en el de la Comunidad de Madrid.

Tercero, la aparente seguridad en el criterio de muchos expertos diciendo que con las medidas convencionales era suficiente y que no había que alarmarse ni tomar medidas de precaución exageradas. Los planes de contingencia y la preparedness se formulan para eventos muy poco frecuentes pero altamente dañinos... creo sinceramente que este era un caso apropiado...

Bien, pues lo que no podía ocurrir ha pasado ya; ¿revisaremos las causas?... ahora toca activar la salud pública central y autonómica... la central está anémica, y la autonómica dispersada porque hace años un Consejero decidió que Madrid no necesitaba una autoridad de salud pública unificada y reforzada como Dirección General.

Rendición de cuentas. Toca. Mi pensamiento y deseos de recuperación para la enfermera contagiada.

Maldita sea...